Las tendencias e innovaciones en el mundo de las redes sociales están en cambio constante. Las marcas han de incorporarse y adaptarse a las nuevas tendencias, que conllevan generar contenido relevante y eficaz; pero no solo producir una marca comercial, sino más bien diseñar una que muestre interés directo en los clientes, que genere confianza y credibilidad, que la humanice.
Hablar de humanizar la marca, es referirse a una estrategia que permita verla como empática y ética, que haga clic con los clientes, entendiendo sus necesidades, motivaciones, sentimientos y expectativas. No solo se trata de vender, se trata de crear una marca real, amigable y humana. Porque nadie en el mercado va a conectar con una empresa, emprendimiento o marca que está dirigida por robots.
En pleno 2023, los consumidores, prefieren marcas cercanas, transparentes, que se preocupan por entenderlos. Estudios de Forrester, para el año 2020, señalaban que el 25 % de las empresas podrían perder más del 1 % de sus ingresos por no brindar una solución a los problemas o eventos sociales con los que los clientes se identifican.
Ante este contexto de marcas internacionales, es importante comprender la importancia que tiene hoy en día humanizar una marca, una empresa, inclusive un emprendimiento, porque genera ese impacto y logra su posicionamiento. Se vuelve más transcendente cuando se entiende que el comportamiento del cliente ha cambiado, ya no solo busca un producto de calidad, sino también servicios y experiencias personalizados.
De ahí que los usuarios prefieran marcas humanizadas. Hoy en día el internet, la tecnología e innovación permiten que el usuario o cliente tenga un papel mucho más activo; con un simple clic conoce múltiples alternativas que le permiten satisfacer sus necesidades.
Ahora bien, no solo se trata de ser humanos o sensibles, sino, más bien, de adquirir atributos que satisfacen, retienen y son sustentables. Entre estos atributos destaca la responsabilidad social, porque hace referencia al compromiso que la empresa tiene con sus trabajadores, clientes y el entorno.
Ser una marca, que garantiza su compromiso o preocupación por el medioambiente, a través de iniciativas como reciclaje, empaques ambientales, vida libre de crueldad animal, logra que sus clientes, empleados y el entorno la perciba como una marca sustentable que se interesa por el planeta y es responsablemente activa con la sociedad. La salud mental, la inclusión, temas sociales son clave para hacerse notar como esta clase de marca.
Entre los rasgos sobresalientes de una marca humana, destaca la comunicación natural y educativa; no debe buscarse una comunicación estructurada con métodos persuasivos e invasivos, cuyo único propósito sea vender y generar ganancias, sino optar por una comunicación cercana que transmita valores, informe y eduque a los clientes, ya sea sobre temas relacionados con sus productos y servicios o generales.
Para Blog Summa, en pleno 2023 no ha de pensarse solo en personas sino en comunidades, pues tener presentes solo individuos limita a la marca. Ellos enfatizan que estas deben centrarse en conocer los ecosistemas que rodean a las comunidades, entender sus necesidades, cuál es la sinergia entre sus miembros. De esta forma, el éxito de la marca estará asegurado porque se relaciona realmente con dichas comunidades.
Una vez comprendido el entorno de la comunidad, será más fácil mostrarse como una marca auténtica, creativa y sobre todo accesible. Las innovaciones tecnológicas van de la mano con las marcas, por eso los usuarios esperan que enlacen con ellos y les resuelvan dudas a través de las redes sociales.
Por eso, este año las marcas han de dar un paso importante: darle vuelta al contenido y uso de las redes sociales; deberán adaptarse a los cambios y las necesidades, sin olvidar que sus usuarios son personas reales que esperan comunicación amigable, coherente, de calidad y, sobre todo, humana.