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Utec: 35 años de impacto positivo en la sociedad

La Universidad se inició como un instituto tecnológico, cuyo desarrollo se orientó a partir de 1981 hacia la educación superior universitaria, en virtud de las condiciones imperantes en esa época. La dinámica del cambio, que desde el principio fue la característica esencial de la Universidad Tecnológica, le favoreció para mantener un crecimiento sostenible en infraestructura física, en organización, en calidad y diversidad académica, y por supuesto, en población estudiantil, situándose, en el transcurso del tiempo, por las razones apuntadas, como la universidad privada más grande del país. Hoy, 35 años después, aquella iniciativa de servicio educativo se mantiene vigente y presente como compromiso en favor del futuro de la sociedad salvadoreña. Los cinco fundadores iniciales fueron el Lic. José Mauricio Loucel, el Ing. José Adolfo Araujo, el Lic. Rufino Garay, el Lic. Juan José Olivo y el Ing. Edgar Emilio Zepeda.

ANÁLISIS RETROSPECTIVO.

El conocimiento en acción es el motor de la evolución de la humanidad y la educación el medio de su multiplicación. A lo largo del tiempo, cuando se estableció una escuela, el aprendizaje se sistematizó y, cuando se fundó una universidad,  la sociedad se desarrolló.

Desde el primer instante, los cinco fundadores se plantearon,  con mucha visión y con firme resolución,  establecer un centro de estudios, que fuera capaz de superar la limitante de preselección del númerus clausus de la oferta universitaria del pasado, ofreciendo una educación amplia y abierta para todos los salvadoreños, sin distinciones de ninguna clase; que sobresaliera por su relevancia educativa, en el sentido de la proyección personal y de la pertinencia del conocimiento recibido, para un exitoso desempeño profesional y social. Los fundadores se plantearon a sí mismos “vamos a ser una universidad alternativa en términos de matrícula estudiantil y exitosa en términos de reconocimiento social por la educación ofrecida”.

Los fundadores consideraron que la Universidad debería instalarse, en el punto de encuentro de todos los accesos que llegan al centro de la ciudad capital, para facilidad de la población estudiantil demandante. Cuatro fueron los principios fundamentales que impulsaron eficazmente el proyecto de fundación de la Universidad: Primero. Un espíritu de innovación permanente en la gestión autosostenible de una empresa educativa.  Segundo. Una articulación flexible y modular al pensum de estudios.  Tercero. Una aplicación más efectiva de  los principios y metodologías de la didáctica y pedagogía en el proceso de enseñanza-aprendizaje del nivel superior. Y cuarto. Una preocupación permanente por la calidad de la educación, seleccionando y capacitando a los docentes.

FILOSOFÍA, MÉTODO EDUCATIVO Y ORGANIZACIÓN.

La Universidad Tecnológica de El Salvador ha sido un centro de estudios superiores que, desde su fundación, adoptó como filosofía, el ser una universidad caracterizada por ofrecer una buena educación y ser accesible a amplios sectores poblacionales, sin distinciones de ninguna naturaleza y con la característica fundamental de que los costos de estudios se adecuarían a la realidad salarial de la mayoría de las familias salvadoreñas.  La oferta de la UTEC se ha diferenciado por ofrecer una amplia variedad de carreras, las cuales, se desarrollaban en un principio de manera presencial, luego semipresencial y posteriormente se implementó la modalidad virtual. El catálogo de estudios comprendía carreras que favorecían incorporarse tempranamente al mercado laboral y disponer de una variedad de horarios que permitió a los que trabajaban y a aquellos cuya residencia se localizaba en ciudades y municipios alejados de la capital,  concurrir a las horas más convenientes, según sus necesidades y posibilidades.

La Universidad Tecnológica ha promovido, desde su fundación, un espíritu de innovación educativa, en un contexto de orientación, apoyo, práctica, convivencia en valores y aplicación laboral del conocimiento adquirido.

Nuestra Universidad  ha sido una institución abierta a todas las corrientes de pensamiento, tanto en el estudio como en su divulgación y en esa condición necesaria e indispensable de libertad académica, ha promovido la investigación y  el análisis a partir de las diferencias y analogías que el saber académico ha distinguido según la profundidad del tema y la capacidad e interés particular de cada estudiante. No obstante, la Utec ha asumido, en determinados momentos, posición de profunda reflexión y denuncia frente a los graves problemas nacionales, colaborando de forma decidida a los esfuerzos por la paz,  la justicia, el bien común y el desarrollo nacional.

Los programas de estudio se han ajustado paulatinamente al criterio de integridad educativa para ofrecer graduados capaces en su saber y hacer profesional, conscientes de sus derechos y deberes ciudadanos y solidarios en la relación humana. Desde la apertura institucional, se adoptó una organización, que permitiera cumplir con las diversas funciones de dicho mandato, enmarcando su actividad y asumiendo, dentro de los principios privados de la administración, una dirección estratégica, bajo el modelo de administración por objetivos y resultados, logrando al final, una  educación satisfactoria como la deseada por el gobierno, el pueblo y el sector productivo.  La característica principal  fue la de mantener un compromiso de autosostenibilidad;  ya que conociendo la falta de apoyo estatal para nuestros estudiantes, también salvadoreños y,  sin afectar la economía familiar de docentes y estudiantes, permitiera a la institución obtener los ingresos suficientes para  financiar  una  educación  universitaria de  igual o mayor nivel al de las instituciones del sistema.

IMPACTO EN LA REALIDAD NACIONAL.

Es más que evidente, que la fundación de una nueva universidad fue un evento que, por sí mismo, causó impacto e interés en el sector productivo, en el sector profesional, en el sector académico y en el sector de los jóvenes estudiantes deseosos de iniciar y concluir estudios que les permitiera adquirir conocimientos, habilidades y destrezas para un cumplimiento laboral digno y prestigioso que solo podía ofrecer una carrera universitaria  e,  incluso, fue motivo de complacencia para el gobierno y para la sociedad en general, el hecho positivo de nuevas opciones de capacitación para el avance del país y de nuevas oportunidades para los jóvenes marginados por el sistema establecido.

El impacto en el sector productivo fue el de abrir espacios a nuevas áreas del conocimiento, con la consiguiente oportunidad de incorporar profesionales con nuevas aptitudes vocacionales y actitudes conductuales que  podían enriquecer una opción calificada en el mercado laboral. De igual manera, en el sector profesional se diversificó la procedencia de la formación universitaria, lo cual aportaba, nuevas capacidades adquiridas con carácter y criterios diversos, elevándose el nivel de los graduados y de los campos del conocimiento propios de cada carrera.

En el sector académico, se generó una sana competencia por ofrecer saberes y dominios diferentes de aquellos tradicionales anclados en el saber y prácticas del pasado. En el gobierno, el impacto se dimensionó positivamente porque esta clase de iniciativa no sólo significaba progreso social y desarrollo del capital humano, sino también, ahorro en el presupuesto nacional, el cual podría dirigirse a satisfacer otros requerimientos y exigencias populares. Finalmente, la sociedad lo percibió como un cambio favorable  hacia la movilidad social, en donde otros salvadoreños accederían a oportunidades laborales de mejor calidad y a ingresos mayores, generándoles una vida personal y familiar más digna y próspera.

La actual población estudiantil es de 25,619  y el total de graduados hasta la fecha es de  28,223. La oferta es de 13 carreras de licenciaturas, 3 ingenierías, 3 licenciaturas bilingües, 8 licenciaturas virtuales (no presenciales), 4 maestrías, 10 técnicos, para un total de 41 carreras. Nuestro cuerpo docente está integrado por 588 profesionales.

Actualmente la UTEC se ha incorporado al proceso de la internacionalización con la movilidad de docentes y estudiantes; así,  tiene becados a 25 docentes, a 5 estudiantes graduados y a 25 estudiantes en etapa de formación para realizar estudios en universidades europeas.

CAMBIOS EN EL PROCESO CURRICULAR.

Año con año, los programas de estudio se han ido actualizando en sus contenidos, en su aplicación, así como en su relación con el conocimiento propio de una revolución del saber y de un mundo globalizado, que señalaba nuevos horizontes a la formación curricular de la educación superior.

La enseñanza se orienta a la pertinencia del saber a efecto de que el educando reciba la formación apropiada a su disciplina, a su futuro desempeño profesional y a su papel en su entorno social. Con base a ese propósito el estudiante recibe conocimientos y aprende habilidades y destrezas de conformidad con las exigencias propias de su realidad mediante una serie identificada de competencias generales, básicas y especializadas.

La investigación es una actividad muy propia de una institución de educación superior por cuanto la sociedad del conocimiento y de la información avanza inexorablemente en el campo de todas las ciencias lo que implica su seguimiento, su confrontación y la búsqueda tanto de sus premisas básicas como de la capacidad de sus alcances. La Utec ha venido realizando un intenso esfuerzo en la búsqueda de la verdad y de sus consecuencias en el contexto de nuestra realidad social, política y económica, impulsando el nuevo saber en nuestros currículos y en el servicio a la sociedad.

La enseñanza y la investigación interactúan en una simbiosis de mutuo apoyo para que sus efectos lleguen a los miembros de nuestra sociedad. En este concertado esfuerzo todos, directivos, docentes, empleados y colaboradores ponen sus conocimientos y su voluntad al servicio del propósito de mejorar la realidad de los salvadoreños. Se ofrecen capacitaciones, se divulgan investigaciones, se apoyan proyectos de diversa naturaleza para que la superación de los otros sea un elemento importante de nuestro interés  académico.

El énfasis en nuevos y diversos métodos y técnicas de la educación, ha sido una constante en la capacitación de los educadores y en la aplicación para el aprendizaje, exigiendo en cada asignatura, una metodología apropiada a las características propias del conocimiento a impartir y de las recién incorporadas competencias laborales ahora propuestas en el programa de estudios. La educación práctica a partir del saber adquirido ha sido, desde siempre, un método educativo de gran impacto en el aprendizaje de los estudiantes y con ese fin ahora se ha reforzado con la incorporación de la formación por competencias.

Teniendo presente el aprender haciendo, la Universidad ha mantenido un propósito continuado para ofrecer centros de práctica adecuados al área del conocimiento en proceso. Se inició con laboratorios de computación y continuó con programas sofisticados de software y algunos otros que no existían en el sistema terciario, tales como: Sala de Radio y TV; Sala de Audiencias para Ciencias Jurídicas, Laboratorios de Fotografías, Cámara Gessell, Clínica de Psicología, Centro de Mediación, Museo de Antropología, y una amplia biblioteca con más de 110,000 volúmenes repartidos en 9 bibliotecas especializadas y con base de datos que utilizan las instituciones más calificadas del mundo. 

PROYECCIÓN INSTITUCIONAL

La administración educativa es, cada vez,  más determinante en la gestión del conocimiento. El saber humano ahora fluye por el espacio en todas dimensiones, en todo tiempo y para todo público.  La necesidad del saber se  ha multiplicado de  manera exponencial y  la sabiduría absoluta   ya sólo es una referencia propia de los clásicos de la antigüedad. La gobernanza de las instituciones educativas de nivel superior requiere en la actualidad, una estructura de dirección y control que sea capaz no solo de acompañar la presente revolución del conocimiento, sino de anticipar y prever cuales son los aspectos que reclamará la educación universitaria del mañana, a efecto de responder, efectivamente, a los requerimientos políticos, sociales, económicos y tecnológicos  del futuro de nuestra sociedad.

En nuestra institución, la proyección estratégica se maneja de acuerdo con el avance de la ciencia, de conformidad con las demandas de una educación dinámica e interactiva y con base en los  recursos físicos, humanos y financieros que posee la universidad. Cuando los recursos se reciben generosamente de fondos públicos, o cuando los ingresos vienen de elevadas cuotas de estudio; entonces la decisión de crecer, aumentar, modificar o cambiar,  puede realizarse sin traumas ni contratiempos, pero, cuando los ingresos son bajos y los recursos limitados, entonces la administración creativa supera los obstáculos de la escasez  para mantener el paso y cumplir las metas y objetivos planificados. De conformidad con esa condición situacional, se apoya un propósito de mejorar  la educación que ofrecemos y por ello, incrementar de forma racional los servicios de apoyo para la enseñanza, debe ser una prioridad permanente en el corto y el largo plazo.

Pensar en el futuro siempre nos hace pensar en avanzar, en crecer, en prosperar.  El futuro está lleno de oportunidades y de incertidumbres y por esa razón, siempre se debe prever un contexto determinado, que permita un análisis equilibrado, para definir aquellos proyectos que se vinculan con el marco referencial de nuestra visión y misión. Vivimos tiempos difíciles, la crisis mundial nos afecta y los factores internos como la violencia, la pobreza, el desempleo,  condicionan nuestras perspectivas del mañana. No obstante ese oscuro panorama, la universidad no puede renunciar a establecer metas de crecimiento en calidad educativa, en infraestructura, en organización y en servicios.  Nos hemos comprometido a graduar estudiantes que saben ser en su intimidad espiritual; que saben hacer en su condición profesional; que saben conocer y comprender el entorno de su realidad para prosperar en la vida y que saben convivir para una relación de paz, a partir del mutuo respeto con los otros. Nos proponemos entregarles un pasaporte para la vida. Nuestro pensamiento estratégico se encuentra fundamentado en una gestión educativa centrada en la calidad del graduado y en la innovación  tecnológica como factor de apoyo para el desarrollo institucional. Consideramos que debemos llevar nuestra institución a una estructura que piense y actúe para lograr una mayor coordinación y consecuentemente una rentabilidad mayor en términos de resultados educativos.  En nuestra organización educativa compartimos, de manera inherente, el concepto de que: “la calidad es un proceso dinámico de planeación y acción, para hacer mejor lo que ya es bueno”.

En nuestro medio, la educación superior todavía tiene oportunidad para proyectarse con las experiencias de las sociedades desarrolladas.  En ese sentido, relacionar la educación universitaria con la labor productiva de las empresas es un factor, que sin duda, materializa el precepto del saber hacer, es decir, de la aplicación del conocimiento teórico a un ambiente real de producción. Esta oportunidad de combinar teoría y práctica con el campo empresarial, es un factor que, sin duda, permite impulsar las oportunidades de la empleabilidad de nuestros graduados. Estamos convencidos de que el prestigio institucional debe venir de sus hechos y de sus éxitos.

En cualquier proyecto de mejoras y crecimiento no se puede ignorar que el ambiente urbanístico es un factor de comodidad y de apoyo a la labor educativa y que, en consecuencia, procurar una relación amistosa entre el ser humano y el ambiente que le rodea, debe ser un propósito permanente en el desarrollo del campus. Los edificios, las aceras, los pasillos, los jardines, las aulas, los centros de práctica y en general los diversos espacios internos y externos, deben mantener una condición amistosa, de limpieza, ornato, seguridad y comodidad,  para lograr la plena integración y armonía de la comunidad tecnológica que la constituimos todos; los que dirigen, los que enseñan, los que trabajan y por supuesto nuestros jóvenes estudiantes. Así como también los pequeños empresarios que viven y se desarrollan en nuestro entorno.  Para atender apropiadamente, tenemos vigilancia electrónica y 84 agentes para el servicio de seguridad de nuestros estudiantes, docentes y empleados; tanto dentro como fuera de los límites de la Universidad, disponemos de más de 100 empleados para el aseo, ornato y embellecimiento de nuestro campus para fortalecer el propósito de una verdadera ciudad universitaria.

NUESTRO COMPROMISO FUNDACIONAL SIGUE VIGENTE; NUESTRO ESFUERZO DEL CAMBIO ES PERMANENTE Y ASUMIMOS CON PLENA CONVICCIÓN, QUE LA  ENSEÑANZA CON CALIDAD Y EL APRENDIZAJE DE LO PERTINENTE ES EL RETO DE HOY Y DE SIEMPRE EN FAVOR DEL PUEBLO SALVADOREÑO.